miércoles, 12 de diciembre de 2012

Los '70; Creaciones y Creadores.


  1. el debut de un excelente dibujante de la nueva generación: Cristóbal Reinoso, “Crist”, que en 1971 nos da a conocer su primera y gran historieta: “García y la máquina de hacer pájaros”;
  2. también en el 71 comienza a brillar en las revistas de Columba uno de los futuros grandes del cómic policial: Cacho Mandrafina, con historietas como “El Condenado”, “El Husmeante”, “Piñón Fijo” y “Peter Kampf”;
  3. en este mismo año surge un nuevo y efímero proyecto de la editorial Cielosur: la revista Top, con excelentes producciones, como un nuevo “Ernie Pike” en Vietnam (Oesterheld y Rubén Sosa) o “Marc” (Osvaldo Lamborguini con Gustavo Trigo);
  4. en 1972 Alberto Breccia y su hijo Enrique comienzan a trabajar en forma independiente, no por encargo, produciendo primero e intentando vender el producto después. Hasta ese momento, las editoriales pagaban la entrega del trabajo de los historietistas, una única vez, y después eran dueños de reeditarla las veces que querían o venderla al exterior sin que sus creadores recibieran un peso. Los Breccia imponen una nueva forma de trabajo que muchos comienzan a imitar, con lo que empezarán a colocar sus historietas, a veces, simultáneamente en Argentina y Europa, y a convertirse en sus propios empresarios;
  5. siempre en 1972, en el diario Noticias empieza a aparecer una nueva historieta de ciencia ficción de Héctor Oesterheld: “La guerra de los Antares”, en el tono polémico de “El Eternauta”, con dibujos excelentes de Gustavo Trigo, que quedará inconclusa;
  6. en 1973 comienza a publicar sus trabajos, en el suplemento de humor de Siete Días, Sendra, uno de los grandes humoristas gráficos de los años noventa, creador de “Yo, Matías”, considerado por muchos como el sucesor de Mafalda;
  7. el mismo año, en el diario Clarín aparecen dos nuevas tiras: El Mago Fafá, de Brócoli, y Bartolo, de Carlos Loiseau, “Caloi”, donde aparece por primera vez, como personaje secundario, un pajarito sin alas (representante del argentino medio, ése que quiere levantar vuelo, pero no puede, o no lo dejan, porque perdió, o le cortaron, o quizás nunca tuvo, las alas): Clemente, que poco a poco va tomando una relevancia tal que la tira pasará a llamarse Clemente y Bartolo y finalmente Clemente, cuando Bartolo desaparece definitivamente en 1982;
  8. también en el año 1973 El Cabo Savino consigue su propia revista, editada por Columba, que durará hasta 1975;
  9. este año culmina con la consagración definitiva de Alberto Breccia en Europa, cuando recibe en Lucca el máximo galardón del congreso: el “Yellow Kid”;
  10. el año 1974 marcará varios momentos importantes. En Argentina, finalmente, el gobierno clausura Satiricón[iv];
  11. en Europa comienza a destacarse uno de los actualmente considerado mejores dibujantes de la historieta mundial: José Muñoz, que había comenzado ayudando a Solano López con los dibujos de “El Eternauta” y había abandonado definitivamente la Argentina en 1972. Allá forma dupla con otro argentino genial, que también está exiliado y que debuta como guionista con él: Carlos Sampayo. Con él conforma uno de los equipos de autores de cómics más importantes del mundo, creadores en 1974 de su máximo éxito: “Alack Sinner”, un detective privado que se cuestiona constantemente su profesión, discute con los demás personajes, se separa de su mujer, es alcohólico... Sinner es el típico antihéroe de los setenta y los ochenta, y también el típico exponente de los fracasos argentinos de estas décadas, creado por argentinos que se fueron para siempre de la Argentina, donde se conocerá mucho más tarde. “Alack Sinner” comienza a publicarse a principios de 1975 en Italia; en Argentina se publica primero en Superhum® (1980), en forma parcial, y después en forma completa en Fierro,en 1984.
  12. y a fin de año reaparece Satiricón, pero ya no es la misma. La “bajada de tono”, que evidentemente fue la condición para su vuelta, es notable.
  13. En marzo de 1976 se produce el golpe militar que derroca a Isabel Perón y da origen al largo “Proceso de reconstrucción nacional”. Las voces del cómic que todavía “gritaban” comienzan (como todas las voces) a callarse y, entre los silencios de los sepulcros, se producen algunos acontecimientos importantes en la historieta nacional:
  14. en diciembre de 1976, Oesterheld y Solano López comienzan a publicar en Skorpio “El Eternauta II”, mucho más politizado que el anterior, sin mensajes subliminales, sino directos, hasta el punto de transformarse casi en un panfleto;
  15. en la ya famosa última página de Clarín aparecen “Diógenes y el linyera”, con guion de Jorge Guinzburg y Carlos Abrevaya y dibujos de Tabaré;
  16. en 1978, Carlos Trillo recibe en Italia el Yellow Kid como mejor guionista del mundo de ese año;
  17. y después de tantos años de creación y originalidad dejan de escribirse historias de Patoruzú, Patoruzito e Isidoro y comienzan a publicarse en sus revistas reimpresiones de “las mejores aventuras”, cosa que continúa hasta la actualidad.
  18. Después de bastante tiempo sin “voces”, en medio del silencio que ya nombramos se produce un acontecimiento fundamental: en 1978, en ediciones La Urraca, Andrés Cascioli funda la revista Humor que, entre censuras y amenazas, se irá perfilando como una publicación de abierta oposición a la dictadura militar. En ella se destacan Fontanarrosa, Tabaré, Nine, Fortín, Grondona White y nuevos valores.
  19. Otro año decisivo en este terreno que va ganando la historieta, es 1978, en el que Canal 11 de la Ciudad de Buenos Aires pone en el aire el programa “Las aventuras del Loco Chávez”, con actores argentinos (Carlos Rotundo como el Loco y Adriana Salgueiro como Pampita). Más allá de sus logros, que no fueron muchos, cabe destacar que dura sólo cinco programas: el COMFER (intervenido por militares) lo levantó porque el protagonista «es un mal argentino, que no le hace caso a su jefe, y al que le gustan las mujeres», cosa que, además de ridícula, está totalmente desvinculada con el éxito y permanencia del personaje en la tira de Clarín. En este mismo año, con motivo del Mundial de Fútbol, comienzan a aparecer en televisión los cortos con marionetas de Clemente, de éxito inmediato, pues los produce Caloi y los muñecos tienen la voz y la esencia que espera la gente, por lo que Clemente se transforma en el “verdadero” símbolo popular del mundial, destronando al “gauchito”, símbolo oficial, al que incluso derrota en un duelo en su propia tira del diario.
  20. Aunque ya mencionado este hecho en el artículo sobre Quino referido, es importante volver a destacar aquí que 1973 es un año decisivo para Mafalda: el 25 de julio se despide formalmente de las tiras y no volverá “nunca más”, por decisión irrevocable de su propio autor. De todas partes del mundo llegan reclamos para Quino, para que vuelva a recrear a Mafalda; pero él no lo hará, exceptuando algunos dibujos sueltos. El abandono coincide con la aparición de los primeros dibujos animados por televisión, con los que Quino no está muy conforme, pero no puede intervenir porque había cedido los derechos. En realidad, estos dibujos animados no son bien recibidos por el público argentino. Por un lado, debido a la indignación de la gente por la “desaparición” de Mafalda de las tiras, y por el otro, por el hecho de haber “soñado” durante años una voz y un movimiento para los personajes que los dibujos animados no pudieron satisfacer. Sin embargo, en 1974 empiezan a ser difundidos en Italia, siempre ávida de estos bambini terribili per adulti masochisti, y en varios países latinoamericanos. También en 1974 se edita en España (en Argentina no) el libro Diez años con Mafalda. En 1975, Quino, que está haciendo un largo viaje por Europa, es considerado la figura principal del Salón Internacional del Cómic de Lucca y también es invitado especialmente a la Feria del Libro de Frankfurt
  21. Como cierre de una década dolorosa, en 1979 Oski regresa después de muchos años a la Argentina, y muere a fin de año. Mientras tanto, la esposa y los amigos de Oesterheld ya tienen la certeza de que no volverán a saber de él, y que ha desaparecido, al igual que sus cuatro hijas, militantes de la izquierda montonera. Como homenaje, y sin mencionar para nada el hecho de su desaparición, en el nº 48 de la revista Tit-Bits (septiembre de 1979) Guillermo Saccomanno y Carlos Trillo publican una nota que le hicieron a Oesterheld a comienzos de los setenta para la revista española Bang!, titulada “Héctor Germán Oesterheld: una aventura interior”.

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